¿Puedes disfrutar de una cata de vino sin ser un experto?

¿Puedes disfrutar de una cata de vino sin ser un experto?

¿Puedes disfrutar de una cata de vino sin ser un experto? https://uk.underwaterwine.com/wp-content/uploads/2020/12/MG_8743.jpg 1800 1200 Patricia Moreno Patricia Moreno https://secure.gravatar.com/avatar/d930572ad93721d821dba79bf0b5ddd8
La respuesta es sí, no te asustes.

Es mucho más sencillo de lo que inicialmente puede parecer y además, es divertido. No hace falta ser un experto para disfrutar de una cata, de hecho, cada cata es un mundo, los aromas y sabores que se aprecian en cada vino varían dependiendo de la persona y el momento en el que se realice.

Lo primero que hay que saber es cuales son los sentidos que cumplen un papel imprescindible en la cata: la vista, el olfato y el gusto, es importante saber cómo sacarles partido a los tres.

Antes de empezar a catar uno de los vinos submarinos, descorcharemos el vino, rompiendo el lacre y extrayendo el corcho.

martillo

Éste nos mostrará, muy probablemente, los llamados “diamantes del vino”, cristales que se aprecian en la parte del corcho que ha estado en contacto con el vino. No son malos, si no todo lo contrario. Nos indican que durante la elaboración, el vino no ha sido estabilizado ni filtrado y por tanto es mas factible su evolución natural, lo que hará que el vino pueda ser  potencialmente mas interesante. Por ello, debido a los contínuos cambios de temperatura bajo el mar Cantábrico, se produce esa cristalización en el corcho del bitartrato de potasio, sales naturales presentes en la uva que podemos encontrar en nuestros corchos naturales.

 

Estos “diamantes del vino” son más visibles cuanto mayor sea el envejecimiento del vino, y se consideran una cualidad del vino, de ahí que reciban esta denominación popular. También son más visibles en los vinos blancos, ya que la uva blanca tiene mayor nivel de bitartrato de potasio. A veces puede precipitarse a la parte baja de la botella, pero no se trata de sedimentos.

Las tres fases de una cata de vino.

1. Usando la vista, la llamada “fase visual”.

Para esta primera fase necesitaremos un lugar bien iluminado y una base de color blanco, (puede ser una mesa, una servilleta, una hoja de papel…) de esta forma podremos apreciar bien los colores del vino.

En esta fase podremos conocer la edad del vino fijándonos en su color. Tanto los vinos tintos, como los blancos tienen tanino, una sustancia astringente que poseen las uvas, que al envejecer pasa de ser incolora a adquirir un tono más amarillo llegando hasta el dorado.

En los vinos blancos es más fácil apreciar la tonalidad amarillenta, si observamos un tono amarillo verdoso o pajizo se tratará de un vino más joven, y en los más envejecidos observaremos ese tono dorado.

En los tintos en cambio, necesitaremos inclinar la copa y fijarnos en los bordes. Otras tonalidades que nos indican la edad de una vino tinto son el rojo y el morado que se van destruyendo con el paso del tiempo y pasan de rojo violeta a rojo anaranjado o amarronado.

En esta primera fase visual también podremos medir la densidad del vino. Para ello movemos ligeramente la copa y nos fijamos en las gotas de vino que caen, a mayor velocidad de estas la densidad será menor y por lo tanto la graduación alcohólica menor.

2. Usando el olfato, la llamada “fase olfativa”.

El olfato es esencial para apreciar bien el vino, ya que el olor es la variable más importante del sabor. En esta segunda fase el aroma del vino nos hará saber de que vino se trata. En el caso de los vinos submarinos Crusoe Treasure el aroma inicial que percibimos puede ser cerrado, debido al tiempo que hayan permanecido bajo el bravo Mar Cantábrico, pero a los pocos minutos, se abren y van evolucionando, en lo que Antonio Palacios llama un carrusel de sensaciones tanto en nariz como en boca.

Tras descorchar y servir un poco de vino en copa oleremos primero el corcho. El segundo paso de esta  fase es acercarnos la copa a la nariz sin moverla para captar todos los aromas del vino. Después movemos ligeramente la copa para que al mezclarse el vino con el oxigeno desprenda más aromas y podamos apreciar y diferenciar todos ellos.

3. Fase gustativa

En esta última fase existen cuatro pasos para probar un vino.

Paso 1: Trataremos de identificar los cuatro sabores básicos, dulce, amargo, ácido y salado, y ver a qué nos recuerda el vino que estemos catando.

Paso 2: El siguiente paso es determinar la textura, gracias al tacto. Así trataremos de identificar de si se trata de un vino suave o sedoso o si por el contrario es astringente o rugoso.

Paso 3: Al tragar el vino analizamos el tercer paso, la vía retronasal. Se trata de captar aromas utilizando la boca. Haremos borbotear el vino en nuestra boca con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, abriremos un poco la boca, inspirando aire en ese momento para pasar ese aire a través del vino, (hará algo de ruido no te asustes) y captar nuevos aromas. Una vez traguemos el vino, si perduran en boca los sabores y sensaciones se tratará de un vino de larga retronasal.

Paso 4: Y por último el gusto que se nos queda después de haber tragado el vino, será el proceso final de la cata. Dependiendo de lo que dure este gusto que nos deja el vino en boca, hablaremos de vinos cortos, medianos o largos.

Gracias a las aportaciones del mar en nuestro proceso de atesoramiento submarino, nuestros vinos son muy redondos, largos y sorprendentes. Evolucionan en copa claramente cada 10 o 15 minutos, van a mejor con el tiempo. Incluso 24 horas después de haberse abierto siguen evolucionando en copa hacia una sedosidad y matices únicos.

En fase visual, los blancos son muy limpios, y brillantes, con tonos verdosos. Mientras que los tintos, tienden hacia tonos mas azulados y violáceos.

En nariz, inicialmente pueden ser muy alcohólicos, pero pasados unos minutos, empiezan a mostrar todo su potencial, y frescura, recordando la fruta y aromas nuevos, anímate a descubrirlos. A veces nos hablan de conchas, algas…

En boca, extremadamente suaves, sorprenden, por la integración del tanino, y ser muy glicéricos, bien ensamblados, agradables, con acidez muy equilibrada y de paso largo.

Si quieres vivir una cata con uno de nuestros vinos, y compartir tus impresiones, te animamos a realizar una cata virtual con nosotros o venir a visitarnos.