Crusoe Treasure, Medalla de Plata en Burdeos

Crusoe Treasure Classic 2010, el primer vino submarino elaborado por la Bodega Crusoe Treasure, fue galardonado con Medalla de Plata en Challenge International du Vin de 2016, uno de los concursos de vino más prestigiosos del mundo, el más grande de Francia y el más antiguo del panorama internacional con 40 ediciones a sus espaldas.

Un reconocimiento que para nosotros significó mucho, ya que fue la primera vez que nuestra Bodega Crusoe Treasure, primera submarina del mundo y pionera en su innovador proceso de elaboración de vinos bajo el mar, se presentó a un concurso de este tipo. En Bodega Crusoe Treasure ya estábamos convencidos de que este proyecto de innovación en el medio marino no solo debía su gran valor a este carácter innovador, su compromiso con los océanos o su arrebatadora historia, sino que además sus vinos son auténticos tesoros enológicos, donde la calidad del resultado destaca por encima de todo.

Este reconocimiento internacional lo avaló, tras una cata a ciegas de más de 5.000 vinos diferentes procedentes de 38 países, con el objetivo de seleccionar y promover los mejores vinos del mundo.

El jurado formado por cerca de 800 personas, catadores profesionales y grandes amantes del vino, con la intención de producir resultados en consonancia con los gustos del consumidor. Además los vinos medallistas fueron analizados por un laboratorio independiente que acreditaron la conformidad de los vinos y de su calidad.
Crusoe Treasure Classic 2010, agotado desde 2016, se elaboró con las varietales típicas riojanas tempranillo, graciano y mazuelo, destacaba por ser un vino muy equilibrado y con gran aroma frutal. Un vino exclusivo de alta gama diseñado por el enólogo Antonio Palacios, que siempre dice que en el proceso de creación de estos tesoros enológicos nada se deja al azar:

Se trata de un proceso donde la biodinámica es el referente, ya que las mareas marinas son su principal aliado, comenzando con la selección de las mejores uvas, pasando por barrica hasta su atesoramiento marino a merced de las corrientes del Cantábrico en nuestras instalaciones pioneras en el mundo que actúan como un arrecife artificial.

Un proyecto en el que ganamos todos: el emprendimiento, el empleo, la protección de los mares, la innovación y, sobre todo, la punta de lanza y vanguardia en los tesoros enológicos de las más alta calidad.