¿Cómo nació la bodega submarina?
¿Cómo nació la bodega submarina? https://uk.underwaterwine.com/wp-content/uploads/2020/09/10vinosct.jpeg 1024 768 Crusoe Treasure https://secure.gravatar.com/avatar/a92b316a884d4396bd179329ef23045110 años en los que hemos convertido un sueño en una realidad
En 2007, a raíz de los documentales de Cousteau, de los libros de Tintín (El Tesoro de Rackham el Rojo) y el descubrimiento de botellas en barcos hundidos que se subastaron por un valor astronómico en casas de subastas, Borja Saracho (Fundador de la Bodega Crusoe Treasure) le propuso a Joxean Sáez de Ocáriz (CEO en Grupo Init) iniciar un estudio (no una bodega) para investigar si era cierto que los vinos y otras bebidas espirituosas evolucionaban de forma diferente en el fondo del mar.
Así empezó todo en 2008
Realizamos inmersiones en distintos lugares donde se habían encontrado botellas para ser luego subastadas, al objeto de ver las condiciones que allí se daban. Se creó una tabla estadística de las condiciones de cada punto. Y tratamos de localizar un lugar que reuniese esas condiciones lo más próximo a Bilbao.
La ubicación
Tras bucear en distintos lugares, se vio que la Bahía de Plentzia, un lugar precioso, cercano a Bilbao y muy desconocido podía ser la ubicación idónea para comenzar el estudio sobre la evolución de los vinos bajo el mar.
El inicio
Para ello, presentamos el proyecto al Ayuntamiento de Plentzia y tras conseguir su apoyo, solicitamos la concesión de fondo marino en una zona concreta de la Bahía de Plentzia. Una superficie de 500 metros cuadrados sometida a la influencia de las corrientes del mar y la Ría de Plentzia.
Tras conseguir los permisos, hace 10 años, a finales de agosto de 2010, se instalaron las dos primeras estructuras de hormigón y acero para albergar las botellas en su interior junto a sensores y cámaras submarinas. Los módulos además fueron diseñados para actuar como arrecife artificial.
LSEB- Plentzia
Se trataba del inicio del proyecto LSEB – Plentzia, el primer laboratorio submarino del mundo en el estudio del envejecimiento de bebidas bajo los efectos del medio marino.
¿Quién participó?
Invitamos a participar en el proyecto de estudio a todas las Denominaciones de Origen de España. Contestaron con interés 14 de ellas, que nos enviaron vino de 27 bodegas en total. Se sumergieron todos los vinos cedidos y de cada referencia, se dejaban testigos en tierra para poder compararlos con los submarinos. Cada tres meses, se extraían muestras y se invitaba a los enólogos y expertos a realizar cata a ciegas de los caldos. Los enólogos de las bodegas se sorprendían con los resultados, escogiendo en un 90% de los casos, en cata a ciegas, el ejemplar submarino.
Durante el período de investigación se acercaron a Plentzia, además de los enólogos de las bodegas participantes, innumerables medios de comunicación.
¿Qué bebidas se sumergieron?
Sumergimos vinos tintos y blancos, vino dulce, vino joven, crianza, reserva y gran reserva, sidra, txakoli, cava e incluso investigamos con cerveza.
¿Qué se investigó?
Investigamos tipos de botella que funcionaban mejor, tipo de cierre, experimentamos con etiquetajes y serigrafías, estudiamos la resistencia y orientación que debían tener los MEC (los módulos de Monitorización Envejecimiento y Control).
Desde el inicio siempre nos enfocamos en ver si era cierto que las bebidas evolucionaban de forma diferente debajo del mar y a la sostenibilidad en el medio marino.
¿Quién fue y es el enólogo de referencia?
Fueron dos años y medio centrados exclusivamente en la investigación, aunque cuando habían pasado solo 6 meses ya se empezó a ver que algo ocurría debajo del mar. Fue en ese momento cuando se incorporó al proyecto y posteriormente a la bodega submarina, el prestigioso enólogo Antonio T. Palacios. Inicialmente Antonio se mostró muy escéptico, pero tras investigar y analizar las muestras submarinas, se fue convirtiendo poco a poco en el principal experto a nivel mundial en enología submarina.
La creación de la bodega submarina
Tras ver los sorprendentes resultados de la investigación decidimos crear la bodega submarina Crusoe Treasure, empezando la fase de producción y comercialización con dos vinos tintos: Crusoe Treasure Classic y Crusoe Treasure Passion.
Lo que en ese momento fue un proyecto totalmente disruptivo en el mundo del vino se ha convertido en una realidad.
Un década de consolidación
Hoy 10 años después de la inmersión del primer módulo, lo que era un proyecto es una bodega submarina consolidada que cuenta con 10 vinos submarinos de gran calidad, tanto blancos como tintos y un conocimiento que crece día a día sobre el atesoramiento submarino.
Queremos aprovechar para agradecer a todas las personas que nos han apoyado y nos apoyan en todo este recorrido, trabajando con nosotros, colaborando, apoyándonos y comprando nuestros vinos. Sin todos vosotros, no habría sido posible. ¡Muchas gracias! Eskerrik asko! Thanks a lot!
Si todavía no conoces nuestros vinos te invitamos a visitarlos en nuestra web.